ENORM Biofactory y los robots Hygienic Oil de KUKA
En una nave industrial en Dinamarca, a 50 kilómetros al suroeste de la ciudad de Aarhus, se desarrolla un espectáculo inusual pero crucial para el futuro de la alimentación: ENORM Biofactory, la mayor granja comercial de insectos en Escandinavia. ¿Por qué insectos? Porque estos pequeños seres podrían ser la clave para abordar los desafíos globales de la alimentación y el medio ambiente.
El potencial de los insectos como fuente de proteínas
Las Naciones Unidas estiman que la población mundial alcanzará los 9.700 millones de personas para el año 2050. A medida que aumenta el ingreso promedio en muchos países en desarrollo, también crece la demanda de carne y, por lo tanto, la necesidad de proteínas. Aquí es donde entran en juego los insectos.
ENORM Biofactory se centra en la mosca soldado negra, cuyas larvas son increíblemente eficientes en la conversión de materia orgánica en proteínas. Un solo gramo de huevos de mosca soldado negra se convierte en 30.000 larvas, y estas aumentan de peso rápidamente. ¡25 kilos de huevos se transforman en 100 toneladas de larvas en tan solo doce días! Ningún otro animal puede lograr esto.
La automatización detrás de la producción
Aquí es donde entran en escena los robots. ENORM Biofactory utiliza los robots Hygienic Oil de KUKA para el paletizado de las cajas de insectos. Estos robots, con su precisión y capacidad de movimiento constante, aseguran que las larvas se manejen de manera eficiente y segura. El suave sonido zumbante de los robots mientras trabajan en la planta es un recordatorio constante de la revolución silenciosa que está teniendo lugar.
Productos derivados de las larvas
ENORM produce dos productos principales a partir de las larvas de la mosca soldado negra:
- Harina de insectos: Esta harina se utiliza como alimento proteínico altamente digerible para peces, aves, cerdos y animales domésticos.
- Aceite de insectos: Este aceite, estimulante del sistema inmunológico, también se utiliza como suplemento nutricional para diversos animales.
Beneficios medioambientales
La producción de proteínas a partir de insectos tiene una huella de carbono significativamente menor en comparación con otras fuentes animales. Además, ENORM utiliza productos de desecho de la industria alimentaria danesa para alimentar las larvas, lo que contribuye a una economía circular más sostenible.
En resumen, los robots y las larvas están trabajando juntos para ofrecer una solución innovadora y respetuosa con el medio ambiente en la producción de proteínas. Quizás pronto veamos más granjas como ENORM Biofactory en todo el mundo, y los insectos se convertirán en una parte esencial de nuestra dieta futura.
¿Qué opinas de esta combinación entre robótica y entomología? ¿Te imaginas un futuro en el que los insectos sean una fuente común de proteínas?